El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, se hizo eco este lunes del clamor de miles de sus seguidores encuadrados en el Partido Socialista, quienes se manifestaron en Madrid para pedirle que permaneciera en el cargo después de que sorprendiera al país esta semana al decir que podría abandonar.

Sánchez anunció el miércoles pasado que daría un paso atrás "por unos días" para decidir si continuaría del gobierno después de que un tribunal iniciara una investigación por corrupción sobre los negocios privados de su esposa.

Apuntó que eso era parte de una campaña sostenida de difamación contra él y su familia por parte de opositores políticos.

Negó las acusaciones contra su esposa, Begoña Gómez, recordó este lunes la agencia de noticias Reuters, en tanto que dejó en suspenso su respuesta, para este lunes, cuando anunció que continuará.

Con carteles que decían "No te rindas" y "Por amor a la democracia", unos 5.000 partidarios de Sánchez marcharon hacia el parlamento español para instar al primer ministro a quedarse, según una estimación del gobierno español.

"He venido a manifestarme por toda la presión mediática que se está ejerciendo sobre el Gobierno y por el uso fraudulento del poder judicial en un caso que involucra a la esposa del presidente donde aún no hay base suficiente para iniciar un juicio", declaró a Reuters Marcos Riera, un profesor universitario de 34 años.

Los partidos de oposición argumentaron que la reputación de Sánchez, que llegó al poder en 2018, ya estaba hecha jirones.

Alberto Núñez Feijoo fue lapidario este domingo: "No sé qué va a decir mañana, pero diga lo que diga quedará marcado para siempre por la decadencia que ha traído a nuestro país". 

Por otra parte, la fiscalía de Madrid advirtió el jueves que apelaría la decisión de un tribunal de la ciudad de investigar la denuncia privada presentada por un grupo activista contra Gómez por presunto tráfico de influencias y corrupción empresarial.